6.03.24
A poco más de 3.800 metros de altura sobre el nivel del mar vive el solemne y misterioso Lago Titicaca. Esta imponente creación de la naturaleza mide 204 kilómetros de largo, 65 de ancho y ocupa 8.562 kilómetros cuadrados, de los cuales 4.772 pertenecen al Perú y 3.790 a Bolivia. Producto de dos cuerpos de agua separados por el Estrecho de Tiquina, es el lago navegable más alto del mundo y el segundo de Sudamérica en lo que refiere a dimensiones. Se estima que su profundidad máxima alcanza los 350 metros.
Los atractivos turísticos que presenta el Lago Titicaca varían según se trate de la parte peruana o de la boliviana. A la primera se accede desde la ciudad de Puno y, como inicio del circuito tradicional, propone una visita a las impresionantes islas flotantes de los Uros, una comunidad que abandonó las montañas debido al avance de los incas y decidió crear sus viviendas de una manera muy particular. Sus islas son construidas sobre bloques de raíces de totoras, que luego de su descomposición generan los gases que provocan la flotación.
La Isla de Taquile también se incluye dentro del recorrido típico actual. La misma se ubica a unos 45 kilómetros de Puno y cuenta con más de 1.500 habitantes. Allí, el idioma oficial es el quechua y la altura máxima llega a los 4.050 metros sobre el nivel del mar. En este lugar es común ver muchos objetos de origen étnico como prendas de vestir, cerámicas y otros tipos de adornos característicos. Con relación a la gastronomía, uno de los platos propios del Perú es el ceviche, que se realiza a base de diversos pescados y mariscos.
Mientras tanto, la ciudad de Copacabana es la puerta de acceso desde Bolivia. Los turistas procedentes de La Paz, la capital del país, deben tomar una ruta que atraviesa el mencionado Estrecho de Tiquina. Del lado boliviano, el sitio reconocido por excelencia es la Isla del Sol, que a propósito es la más grande del lago.
Con varios espacios arqueológicos, la Isla del Sol se divide entre el sector Sur y el Norte, que suele ser visitado en mayor medida por su mejor acondicionamiento para el turismo y su óptimo grado de adaptación a las necesidades de los viajeros. Esta zona recibe una gran cantidad de mochileros provenientes de todo el mundo. Para los amantes del aire libre, se recomienda alojarse en alguna de las casitas ubicadas en la playa misma, frente al lago, y degustar una trucha con patatas fritas en el almuerzo.
La Isa de la Luna, donde hoy habitan unas pocas familias de indígenas quechuas y aimaras, es el otro centro turístico importante en el área correspondiente a Bolivia. En la época del Imperio Inca existía un templo en el que vivían las llamadas “vírgenes del sol”. A ese lugar solo podía ingresar el emperador.
Por su ubicación, tamaño e historia, el Lago Titicaca constituye uno de los puntos más emblemáticos y representativos de la región andina y de toda Sudamérica. El navegar en sus majestuosas aguas, sin dudas, avala esa reputación.
Archivo Bolivia